lunes, 15 de julio de 2013

Asleep - Cap: 24

—Ella nos conoce muy bien —dice—. Así que lo puso en mi bolsillo antes de salir.
—Entonces tomemos la foto para no tener que preocuparnos por eso —me río—. ¿Pero quién va a tomar nuestra foto?
—Apuesto a que uno de nuestros camareros lo hará —dice astutamente.
—¿Camareros? —pregunto, con el ceño fruncido en confusión. Escucho otro coche subiendo la colina y él sonríe.
—Ahí están —dice. Denisse y el Dr. Jonas llegan al claro, vestidos con pantalones vaqueros y camisas blancas y un delantal. Me río ante la vista.

Denisse toma nuestra foto, y luego limpio mi brillo, agradecida de tener mis labios libres de nuevo. Denisse y Nick habían pasado el día haciéndonos una comida, que estaba guardada en la camioneta del Dr. Jonas y que ahora nos sirven a la luz de las velas de la mesa. Cuando terminamos de comer, limpian todos los alimentos y los platos, pero dejan la mesa puesta para nosotros. También nos dejan una caja con todos los elementos necesarios para hacer s’mores en ella, y algunas sillas de playa alrededor de la fogata. Denisse le dice a Nick que deje todo y ellos volverán después a limpiarlo. Entonces nos dejan solos.
—¿Quieres bailar? —me pregunta Nick.
—No sé realmente cómo hacerlo —le digo.
—Yo tampoco. Improvisemos juntos.
—Está bien. —Sonrío y él me lleva cerca de la fogata, envolviendo sus brazos a mí alrededor y atrayéndome cerca para un baile lento, a pesar de que la música no es lenta en absoluto.
—Luces realmente hermosa esta noche —me dice.
—Es un gran vestido este que Avery hizo —concuerdo.
—Sí, el vestido es lindo, también, pero me refiero a ti. —Coloca su mano a lo largo de mi rostro, acariciando mi mejilla con su pulgar —Pero entonces, siempre luces hermosa para mí.
Y entonces está besándome mientras nos movemos con nuestra propia música.
—¿Estás segura que no te importa esto? ¿No salir en público cuando estás vestida así? La mayoría de las chicas les gustaría ser vistas.
—Tal vez no te hayas dado cuenta, no soy como la mayoría de las chicas.
—Me he dado cuenta. Es eso lo que me gusta de ti.
—¿Sí?
—Sí. No juegas, me haces suponer lo que quieres, o lo que estás pensando. No temes ensuciarte, no te preocupas si tu cabello luce bien, o te enojas por tener tu baile de graduación en el bosque.
—Oh. —No estoy segura de si eso es algo bueno o no—. ¿Debería preocuparme por esas cosas?
—No —Se ríe—. Por favor, no. Te amo de la manera en que eres.
Inclino mi cabeza contra su pecho, contenta de estar aquí, de esta manera. Incluso si pronto nos separaremos, la realidad trata de invadir, pero la alejo. Al menos por esta noche, no voy a pensar en otra cosa más que estar aquí, con Nick, y sintiéndome feliz. Escucho otro coche subiendo la colina y siento a Nick tensarse, pero asumiendo que son sólo Denisse y el Dr. Jonas regresando, lo ignoro.
—Hey, Nick, no nos dijiste que aquí era donde estaba la fiesta —llama una voz, y siento mi alegría hacerse añicos.

Me doy la vuelta y veo a Corey, Frank y Kevin con sus citas viniendo de entre los árboles. Me relajo de nuevo, esos chicos están bien, aunque hubiera preferido estar a solas con Nick.
Y entonces veo a Demi. Ella está con Joe, quien acaba de salir de la oscuridad. Me congelo con horror, mis entrañas convirtiéndose en miedo líquido ante la vista, con los pensamientos de mi último baile con ella, precipitándose de regreso. Este es casi un duplicado de mi último baile, de mí estando con el más lindo y popular chico de la escuela, con el hecho de que he usado descaradamente maquillaje, rizado mi cabello, y estoy vestida de blanco.

Nick siente el cambio en mí y mira hacia abajo, con confusión en sus ojos mientras busca mi pálido rostro. Por un segundo, siento un agudo y aplastante dolor en mi corazón al pensar que Nick podría ser parte de la crueldad de Jessica, que él podría haber planeado todo esto para lastimarme.

Nick siente el cambio en mí y mira hacia abajo, con confusión en sus ojos mientras busca mi pálido rostro. Por un segundo, siento un agudo y aplastante dolor en mi corazón al pensar que Nick podría ser parte de la crueldad de Demi, que él podría haber planeado todo esto para lastimarme. Aun cuando mi cuerpo reacciona ante este daño, alejándome de Nick, mi mente ya lo está rechazando. Confío en él.
—¿Estás bien? —me pregunta, apretando su agarre en mi cintura. Lo dejo tirar de mí, presionándome más cerca mientras asiento con la cabeza —No sé cómo nos encontraron, no le dije a nadie… —Entonces su rostro cae —Debe haber sido Amber. Ella vino aquí hoy para poner el telón de fondo. Haré que se vayan. —Comienza a alejarse de mí y me sostengo más fuerte. Sé que Nick ya pasa demasiado tiempo conmigo y no lo suficiente con sus amigos, y no quiero ser más la causa de eso.
—No, está bien —le digo. Trato de sonreír, pero sé que no parezco sincera cuando la expresión de su rostro se oscurece.
—Haré que se vayan —dice, ásperamente.
—No, déjales quedarse. —Evitando que se aleje de nuevo—. Por favor, por mí.

Él me mira extrañamente, y puedo decir que quiere negarse, pero no lo hace, asintiendo con la cabeza en cambio. Los chicos se acercan, estrechándole la mano y golpeándolo en la espalda, cada uno de ellos diciéndome “hola”‖ y “que luzco bien”‖. Las chicas también dicen hola, pero aún un poco inseguras de mí, quedándose atrás en su propio círculo. 

Sólo Demi se mantiene apartada, sola. Ella luce extrañamente incómoda, mirando hacia mí y luego hacia la tierra. Parece incluso más inquieta que yo. Decido que sólo me quedaré cerca de Nick, con la certeza de que no permitirá que nada malo me suceda. Los otros deciden que necesitan tomar fotos de sólo los chicos, lo que me deja de pie al lado de Amber mientras toma las fotos. Me siento expuesta y vulnerable.

Demi toma la oportunidad para caminar hacia mí, e instintivamente me encojo de miedo. Ella ve esto y su rostro cae con consternación.
—¿Puedo hablar contigo? —me pregunta, vacilante.

La miro, y miro de vuelta a donde Nick se encuentra con sus amigos, riendo mientras bromean alrededor por la cámara. Realmente no hay una manera para llamarlo sin parecer una completa cobarde.


Considero llamarlo de todos modos.
—Prometo que no voy a hacer nada. —Da unos pasos hacia atrás, lejos de mí—. Mira, estaré de pie aquí. Sólo quiero decirte algo, entonces me iré. No debería siquiera haber venido, pero Joe quería parar, y no sabía que aquí era donde Nick y tú estarían.

Guardo silencio, con desconfianza aumentando desenfrenadamente por mis venas.
—Sé que no tienes razones para creerme —dice— y no te culpo por odiarme. He hecho cosas realmente horribles —Su voz se levanta y mira hacia otro lado, con culpa inundando su rostro—. Realmente horribles — reitera—. Y me gustaría poder retirarlas, pero no puedo. Realmente lo siento, pero eso no cambia las cosas ¿verdad? —Me mira, pero no creo que esté esperando una respuesta, y probablemente no podría darle una de todos modos, estoy tan aturdida por este extraño discurso.
—He sido tan horrible contigo. Fuimos amigas una vez ¿recuerdas? —Me mira de nuevo, ahora queriendo una respuesta—. Fui tan estúpida, mezquina, celosa y cruel, y no tengo ninguna excusa. Escuché acerca de ti, tú sabes —mira hacia otro lado, luciendo avergonzada—, de tu mamá y todo, y todo lo que pude pensar es que necesitabas un amigo. Y cuando lo necesitaste yo me aseguraba que no tuvieras uno, que no tuvieras a nadie con el que pudieras contar. Y realmente, realmente lo siento, más de lo que alguna vez sabrás. Me gustaría poder hacer las paces contigo. Me siento muy mal, pero supongo que probablemente no tan mal como te he hecho sentir en todos estos años.

No puedo hablar, preguntándome qué es lo que hay detrás de ésta increíble confesión. Estoy esperando por una serie de golpes, o siquiera el golpe, o la broma que me cause humillación, o lo que sea que haya planeado.
—Sólo quería que supieras que lo siento. —Me mira de nuevo—. Dile a Joe que me fui a casa, ¿está bien? —Se da la vuelta para irse. Miro de regreso a Nick y decido tomar la oportunidad.
—Demi —la llamo. Se detiene y se vuelve hacia mí—. No te vayas —le digo.
—¿Qué?
—Quédate. —Me encojo de hombros y hago una vaga seña hacia el fuego—Vamos a hacer s’mores.
Ella me mira inquisitivamente, dando un paso vacilante hacia mí.
—¿Estás segura?
No lo estoy, pero asiento con la cabeza de todos modos.
—¿Alguna vez has probado un s’more?
Ella sonríe vacilante.
—Sí, son bastante buenos.
—Son realmente buenos. Deberías quedarte.
Ella camina de regreso hacia mí, deteniéndose a unos pies de distancia.
—Esta es tu noche —dice—. No quiero arruinarla.
—Entonces no lo hagas —le digo—. Quédate y prueba un s’more.
—Está bien. —Acepta con una pequeña sonrisa. Le devuelvo la sonrisa, mi insegura sonrisa haciendo juego con la de ella. Pareciera que hemos llegado a una especie de tregua, al menos por esta noche. Puedo vivir con eso

***

La fecha de mi juicio es una semana antes de la graduación. Pido prestado uno de los vestidos de Avery, de un modesto, humilde, color azul cielo. Es más lindo que cualquiera de los que tengo (a pesar de que la poca ropa que tengo en mi armario parece estar multiplicándose de alguna manera produciendo ropas más bonitas que mis ropas de segunda mano). Avery dice que estaba a punto de tirarlas de todos modos.

Soy una masa de nervios, esperando no tener que ir a prisión por algo que ha sido completamente sin intención, y al mismo tiempo creyendo absolutamente que merezco ser castigada por causar la muerte de mi madre.

Mi padre se ha tomado el día libre en el trabajo, y se las ha arreglado para estar sobrio y con los ojos claros mientras me conduce al palacio de justicia. Está muy callado, y sé que está tan nervioso como lo estoy yo, aunque no sé por qué. Su vida realmente no cambiará tanto si estoy en casa o en prisión.

Rufus se encuentra conmigo en el juzgado, tranquilo y relajado, un completo contraste de mi experiencia con mi primer abogado. Caminamos hacia el interior, y veo a Nick esperando por mí, sentado en la fila detrás de donde me sentaré, con Denisse y el Dr. Jonas a su lado. Estira su brazo cuando paso y toca mi mano, lo que casi me deshace. Quiero entrar en el refugio protector de sus brazos y esconderme ahí.

Me muevo en mi asiento en la mesa de la defensa, mirando hacia él. Detrás de él veo como Demi entra y se sienta en la fila de atrás. Me sonríe tímidamente. Sigo estando insegura de sus motivos, no estoy segura si está aquí para apoyarme o para regodearse.

Desde la noche de la fiesta de graduación, ha estado ligeramente amable conmigo en la escuela. Es un poco incómodo entre nosotras por todas las previas enemistades. No estoy segura que ninguna de nosotras esté muy segura de qué hacer con esta tregua.

La jueza es anunciada y la mujer entra, quien es la que decidirá mi futuro. Es de avanzada edad, profesional, con el rostro ilegible. Ni siquiera mira hacia mí mientras toma asiento. El tribunal es llamado a orden, con mi caso anunciado y el fiscal levanta una mano, haciendo un anuncio que no había esperado.
—Su señoría, en luz a la evidencia, y los testimonios que nos han sido proporcionados por la defensa, y los informes presentados por los oficiales de la policía en la escena, así como el reporte del forense, la gente pide desechar el caso contra Miley Mosley en este momento.
—¿Asumo que la defensa no tiene nada en contra de esto? —pregunta la jueza, sonando aburrida, como si no hubiera esperado menos. Mira a
Rufus sobre el borde de sus lentes.
—No, su Señoría. —No suena tan aturdido como yo me siento, sin embargo, puedo escuchar el alivio en su voz.
—Bien. —Se quita sus lentes y vuelve su mirada hacia mí—. Señorita Mosley, he revisado su caso, y no veo ninguna culpa de su parte aquí. Lo lamento por el trauma que ha sufrido. El sistema le falló; debería haber estado mejor protegida. Creo que el Estado le debe una disculpa por eso.
—Caso cerrado. —Su tono se ha mantenido incluso a través de este discurso, así que cuando golpea con el mazo, miro a Rufus, confundida. Él está sonriendo al fiscal, estrechando su mano y agradeciéndole. 

Miro de nuevo hacia Nick, que está sentado detrás de mí. Luce vacilantemente esperanzado. La jueza se levanta junto con el resto de nosotros y sale de la habitación. Esta vez ella me mira y una ligera sonrisa aparece en su boca.
Miro de nuevo a Rufus.
—¿Qué acaba de pasar? —le pregunto.
—Creo que se podría decir que ganamos. Los cargos han sido retirados.
—¿Retirados? ¿Para siempre?― Se ríe. —Para siempre. Leyeron tu declaración, vieron tus fotos. Sabían que no había caso; no hubo nunca ninguna mala intención, sólo defensa propia. Habría estado sorprendido si hubieran seguido con este asunto.
—¿Así que eso es todo?
—Es todo. Puedes salir de aquí libre y limpia. Ni tienes siquiera que pensar acerca de esto de nuevo— Cambia de postura incómodamente cuando se da cuenta de cómo suenan sus palabras; ¿cómo le dices a alguien que olvide que su madre está muerta por su propia mano, ya sea intencional o no? —Quiero decir, legalmente ya no tienes que preocuparte por esto.

—Creo que se podría decir que ganamos. Los cargos han sido retirados.
—¿Retirados? ¿Para siempre?― Se ríe. —Para siempre. Leyeron tu declaración, vieron tus fotos. Sabían que no había caso; no hubo nunca ninguna mala intención, sólo defensa propia. Habría estado sorprendido si hubieran seguido con este asunto.
—¿Así que eso es todo?
—Es todo. Puedes salir de aquí libre y limpia. Ni tienes siquiera que pensar acerca de esto de nuevo— Cambia de postura incómodamente cuando se da cuenta de cómo suenan sus palabras; ¿cómo le dices a alguien que olvide que su madre está muerta por su propia mano, ya sea intencional o no? —Quiero decir, legalmente ya no tienes que preocuparte por esto.

Nick lo entiende antes que yo. Da un grito de alegría y me levanta en sus brazos, justo sobre el divisor de madera, y me hace dar vueltas. Planta un beso en mis aturdidos labios, y luego me baja para que Denisse y el Dr. Jonas me abracen.

Mi padre se acerca, con su traje un poco arrugado y se pone de pie delante de mí, moviéndose nerviosamente. No estoy segura de qué decirle. No hemos hablado en absoluto de lo que pasó, y no estoy segura de cómo se siente acerca del hecho de que su esposa esté muerta por mi causa, y me acaben de dar una tarjeta de “salir libre de la cárcel”. Sus ojos se mueven ansiosamente entre todos nosotros, incluyendo a Rufus, a quien Nick tardíamente presenta a mi padre. Se dan la mano, mi padre sintiéndose incómodo por su extraño papel aquí, había sido requerido que estuviera aquí porque había tenido diecisiete en el momento del incidente, pero ahora ya no es necesario.
Frota mi brazo con torpeza.
—Te veo en casa, entonces —dice, tras palmearme el brazo. Me inclino abruptamente hacia él y lo abrazo. Se sorprende por el movimiento inesperado, sus brazos subiendo espontáneamente para tomar mi cintura.
—Gracias, papá, por estar aquí. —Quiero que sepa que aprecio su esfuerzo.


Asiente con la cabeza, luego se da la vuelta para irse, asumiendo, supongo, que llegaré a casa con los Jonas. Paul, Denisse y Rufus lo siguen, Denisse enroscando su brazo alrededor del de mi padre. Lo veo alejarse y mis ojos se posan en Demi, aún sentada en el fondo de la sala.
—Ya vuelvo —le digo a Nick.
Me dirijo hacia la parte trasera de la sala, Demi se pone de pie mientras me acerco.
—Yo… espero que esté bien que me encuentre aquí —dice.
—¿Por qué estás aquí? —pregunto, realmente curiosa.
Mira hacia abajo, y después a más allá de mí, buscando las palabras. Finalmente sus ojos vuelven a los míos.
—Por un montón de culpa, supongo.
Estoy sorprendida ante su honesta respuesta.
—Quiero decir, no puedo dejar de pensar acerca de todo… sobre todo a principios de este año, cuando yo… en el baño de la escuela… —Mi mente retrocede de nuevo a ella arrinconándome y golpeando mi cabeza contra el suelo. Podría haberle dicho que su paliza fue de principiantes comparada con las que había sido criada, pero de repente parece no tener importancia.
Se estremece al recordar.
—No puedo evitarlo, todo este tiempo estuviste sufriendo tanto, y yo me sumé a eso.
—Demi. —Toco su brazo, y ella se marchita miserablemente debajo mi contacto—. Se ha terminado. No se puede deshacer. Te perdono.
—¿Cómo puedes perdonarme? —grita miserablemente—. ¿Cómo puedo hacerlo yo?
—Puedes porque yo puedo hacerlo —le digo. De repente tengo una idea —Haré un trato contigo.
Me mira con curiosidad.
—Podría necesitar un favor algún día de estos, y necesitaré… un amigo… puedo pedírtelo a ti.
—Cualquier cosa. —La frase es una ráfaga de aire
—Haré cualquier cosa para que puedas saber cuánto lo siento.
Asiento. —Gracias por venir.
Se encoge de hombros.
—Quería hacerlo. Además, todos en la escuela están esperando para escuchar. Les dije que vendría, así que soy una clase de portadora designada.

Siento algo del flujo de enfermedad fluyendo a través de mí; los lobos están de nuevo a la espera para escuchar acerca de la humillación de la oveja. Mis sentimientos deben haberse mostrado en mi rostro, porque se apresura a corregirme.
—Es porque se preocupan. Estarán felices por ti.
—Felices. —La palabra es amarga en mi lengua. ¿Felices de haberme librado de algo que hice?
Nick llega hacia mí por detrás, y desliza sus brazos alrededor de mi cintura.
—¿Está todo bien? —pregunta, y puedo oír en su tono de voz que sabe al menos un poco de la historia de Demi con respecto a mí.
—Sí —le digo, sonriéndole.
—Supongo que debería irme ahora —dice. Miro de nuevo hacia ella, deslizando mis manos a lo largo de los brazos de Nick ausentemente, pero con absoluta consciencia.
—Gracias, Demi.
Me sonríe, dándose la vuelta para irse. Nick me da la vuelta en sus brazos, y mis manos se deslizan alrededor de su cuello.
—¿Qué fue todo eso? —pregunta.
—No importa —le digo, apoyándome en él, mientras los acontecimientos del día me alcanzan y siento la enormidad de lo que ha sucedido se lanza sobre mí—. Tengo que salir de aquí.

Salimos por el pasillo donde sus padres están hablando con Rufus y algo acerca de eso me parece extraño, aunque no puedo entender bien qué es. Nick les saluda, y se acercan a nosotros, seguidos por Rufus.
—Gracias —le digo—, por todo.
—Espero nunca tener que volver a verte, al menos profesionalmente — dice—. Nos vemos después, Paul, Denisse.
—Gracias Rufus —dice el Dr. Jonas, palmeándolo en la espalda como si fuera un amigo.
—¿Por qué no vienes a la casa después para cenar? —pregunta Denisse, volviéndose hacia mí—. Trae a tu padre, también.
—Gracias, Denisse. Hablaré con él, para ver si está disponible. —La respuesta es automática, distraída mientras observo a mi abogado salir de la habitación, y luego me vuelvo hacia los Jonas.
—¿Lo conocen? —le pregunto al Dr. Jonas.
—Sí, él trae a sus perros conmigo. —Pero incluso cuando lo dice, cambia de posición nerviosamente.
—Que coincidencia ¿eh? —pregunto sospechosamente.
El Dr. Jonas se encoge de hombros.
—Es un viejo amigo. Me debía un favor, Miley. No costó nada.
Miro a Denisse, su rostro traicionándola con conocimiento, y luego miro a Nick.
—¿Lo sabías?
Asiente con cautela, esperando por la explosión que parece temer que aparezca, entonces se prepara, levantando sus manos hacia mí.
—No lo sabía al principio. Sólo después de que fuera a tu casa ese día, y fui a casa para decirle a mis padres.
—¿Por qué no me dijiste?
—Porque tienes un problema para aceptar ayuda, y sabía que te enojarías.
Quiero discutir, pero sé que tiene razón. Así que miro al Dr. Jonas en su lugar.
—¿Realmente no costó nada?
—No. —Su mirada es franca y honesta—. Los abogados tienen que hacer ciertas cantidades de trabajo gratuito cada año. Así que lo llamé. —Mira a Nick—. Nick me contó acerca de tu primer abogado. Milet, sólo queríamos ayudar.
Suspiro. Supongo que puedo vivir con su ayuda, siempre y cuando no les haya costado nada.
—Está bien, gracias entonces. Realmente lo aprecio. —Abrazo a los Jonas, luego envuelvo mis brazos alrededor de Nick, transmitiéndole el mensaje de que no estoy enojada con él. Él me corresponde al abrazo, la tensión abandonando su cuerpo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario