martes, 16 de octubre de 2012

Infiel - One Shot

 Bien este es uno de mis oneshots favoritos es de una chica llamada carolina escribe muy bien la verdad me encata todo lo que escribe espero les guste y FELIZ CUMPLE DANI TE QUIERO ESQUE TENGAS UN GRAN DIA y recuerda estas mas cerca de los 30 wuajajjajajajaj

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–Miley –murmuro Liam.

Ambos estaban en el sofá de la casa de Liam primero habían sido risas, unas copas de más y ahora de alguna forma ella había terminado en su casa.

–No debo de estar aquí –balbuceo Miley, se sentía mareada y un poco desorientada.
Se levanto del sofá para tomar sus cosas pero la mano de Liam la tomo por el brazo reteniéndola, el se levanto y se acerco a ella hasta quedar a unos centímetros de su rostro.

–Ya no lo puedes detener es como una bomba Miley y esta, se encuentra a punto de explotar–susurro contra su odio mientras acariciaba con su nariz su cuellos.

Esto estaba mal ella no lo sabía no era correcto de ninguna forma había un hombre esperándola en su casa un hombre al que amaba con él cual había tenido problemas pero se supone que los problemas se resuelven no se complicaban más.

Al notar como Miley dudaba,  Liam la acaricio desde su cuello hasta el valle entre sus pechos rozando apenas la piel.

_Miley tembló ante la caricia, rindiéndose ante la atracción que ambos sentían inclino su cabeza hacia atrás dejando su cuello al descubierto.

Las manos de ambos fueron rápidas y constantes una al otro se fue desprendiendo de la ropa hasta que ambos quedaron desnudos.

–Siempre me ha fascinado tu perfume–murmuro Liam mientras acariciaba la curva que llevaba desde la cintura hasta la cadera de Miley haciendo que ella levantara la cadera por el estremecimiento.

–Liam…

El sonrió al escuchar su nombre de sus labios pidiendo por él.

Miley era una mujer sin lugar a duda bella con aquellos grandes ojos marrones y aquella larga cabellera, era tan provocativa y él había estado como loco desde que la vio por primera vez.

Se había prometido que casada o no casada Miley seria suya, Nicholas no sabía apreciar a la mujer que tenia siempre trabajaba de más en su despacho lo único que tenía como meta era ser juez y a Miley la tenía como la esposa perfecta casi podía asegurar que la forma en que la tomara era tan fría, pero esta noche el haría arder a Miley le mostraría cuanta mujer es para aquel hombre y si tenía suerte conseguiría algo más que una sola noche él estaba dispuesto a aceptarla con todo y sus dos hijos.

Ella sería la única mujer que podría dominar al libertino que vivía dentro de él.

–Rodéame con tus piernas por la cintura–murmuro la llevo a la cama y la deposito con delicadeza–Eres preciosa –dijo antes de besarla.

Miley estaba distorsionando la realidad con la fantasía por lapsos creía que era Nicholas al que ella tenía enfrente y cuando volvía a la realidad y notaba que no era así Liam no volvía a acariciarla y volvía a perder la cabeza.

Ella respondió a su beso con la misma intensidad dando lo mismo o incluso más de sí misma, se fundieron el uno con el otro en una turbulencia de sensaciones.

Miley cerró los ojos con fuerza mientras llegaba al orgasmo apretó los dientes mientras apretaba más fuertemente a Liam en su interior, el aumento las embestidas y Miley se sintió desfallecer de deseo cuanto momentos después volvió a llegar pero esta vez junto con Liam ambos gimieron mientras él enterraba la cabeza en su hombro y Miley clavaba las uñas en su espalda.

Ambos repitieron ese acto una y otra vez hasta quedar dormidos Miley se recargo en su pecho mientras él acariciaba su espalda una y otra vez.

Se despertó lentamente con una sonrisa en el rostro, aun con los ojos cerrados como era su costumbre se acurruco contra el cuerpo caliente que se encontraba a un lado de ella, abrió los ojos estaba segura que Nicholas estaría despierto mirándola con una sonrisa tierna.

Se le vino el alma a los pies cuando lo que se encontró fue a un hombre de cabello rubio y ojos azules ¡Liam! Cerró los ojos y se alejo de él.

No podía ser.

Ella no podía haber hecho esto.

Era ilógico.

Est/úpido.

Jamás se perdonaría por esto.

Nicholas… ¡Nicholas! Pensó exaltada ya estaba amaneciendo que horas serian las seis las cinco.

–¿Miley que haces?

Apretó los parpados al escuchar la voz de Liam tras ella, aferrando la sabana que cubría su desnudes y en ese momento tuvo ganas de llorar como jamás lo había hecho en su vida.

–Nada–respondió.

Se froto el rostro con las manos mientras imágenes de ella y Liam llegaban a su cabeza, sentía una opresión en el pecho quería regresar el tiempo y que jamás hubiese pasado esto,

–Yo–balbuceo y paso con fuerza un poco de saliva–Por favor Liam que esto no salga de entre nosotros–quizás si lo mantenía en secreto Nicholas nunca se enteraría.

–¿Qué?

Miley se sintió morir de vergüenza, él no habrá pensado que esto iría más allá de una relación por una noche ¿cierto? Ella ni siquiera era capaz de pensar porque lo había hecho.

¿Qué hacia? No tenía idea de que decir o que hacer.

Ya  casi amanecía y Nicholas seguro estaría como loco, pero su teléfono no había… chillo de coraje cuando recordó que la pila se había acabado.

Agarro valor y se aventó a decirle todo no importaba lo que pasara ya era imposible que se metiera en más problemas.

–Creo que esto no debió pasar, nunca debió pasar fue un error de ambos pero más mío yo debí haberme marchado esto no era ni de cerca nada correcto… ¡No puedo creer que haya hecho esto! Tengo hijos, esposo ¡tengo una maldita familia no debería haberme acostado contigo, ahora me siento como una pu/ta barata! Y no te atrevas a decirme que todo está bien–dijo histérica.


Después de la conversación que tuvo con Liam, Miley se sintió en parte mejor el no diría nada..

–Todo está bien –se dijo a sí misma mientras conducía hacia su casa.

No, nada lo estaba puede que Nicholas no se enterara nunca de esto pero ella sí, ella lo sabía y eso la mataría poco a poco con el paso del tiempo.

Nada marcharía bien ahora ella no podría vivir con el tormento, no podría mirar los ojos de Nicholas como lo había hecho antes.

–Car/ajo –grito golpeando ambas palmas contra el volante–Que hiciste est/úpida, que hiciste –grito recargando su frente contra el volante llorando.

Él nunca la perdonaría y ella se odiaría a sí misma si no le decía la verdad se sentía atrapada no sabía qué hacer.

Ya casi amanecía cuando Miley llego a su casa aunque aun estaba algo oscuro.

–¿Dónde has estado? –pregunto Nicholas nada más entro a la habitación.

Miley lo miro distraída o mejor dicho en estado de shock, que hacia si ella mentía ahora y después quería decir la verdad él nunca la perdonaría pero si decía la verdad ahora también se arriesgaba a que nunca la perdonara estaba arriesgando todo, entonces ¿Qué? Le decía una mentira y vivía con la culpa para siempre o tomaba valor y le decía la verdad.

–Eh estado muerto de preocupación Miley–murmuro para no despertar a los niños, se acerco a ella y la abrazo.

Miley sintió ganas de llorar dios sabía que era inútil pero daría lo que fuese por cambiar el daño que había hecho.

–Perdóname mi celular no tenia pila, hice doble jornada de trabajo.

Listo lo había hecho había mentido porque arruinar la felicidad que Nick tenía ella no podía ser tan egoísta cargaría con esto aunque le doliese en él alma.

–Te amo–le dijo a Nicholas–Te amo muchísimo.

El sonrió mientras los ojos de Miley se cristalizaban.

–Ven acá –murmuro estrechándola en sus brazos–Yo también te amo mi cielo, que te paso tu viste una fea noche.

Miley cerró los ojos y dejo que las lagrimas salieran de sus ojos, apretó la cintura de Nicholas y beso su cuello.

Estuvieron abrazados un rato más Nicholas acariciaba la espalda de Miley destensando sus músculos, eso la hacía sentir en una nube.

–Vente vamos necesitas descansar.

–No, primero me quiero dar un baño–murmuro con voz apagada.

–Quieres que te prepare la tina mientras te descambias.

–No me daré una ducha rápida.

–¿segura? Estas muy tensa una tina caliente te relajara.

–Estoy segura–dijo y le dedico una sonrisa apagada.

–De acuerdo–respondió.

Una vez en la ducha Miley se baño lentamente, sentía su cuerpo pesar y tenía tantas ganas de llorar.

Se quedo bajo el chorro de agua un rato más dejando que él agua caliente descansara sus tensos músculos.

Se coloco la bata de Nick apretándose contra ella y respirando su aroma masculino no se podía quitar la sensación de pu/ta sentía las manos de Liam en su cuerpo recorriéndola.

–No vas a llorar–murmuro al tiempo que limpiaba el espejo cubierto de vapor.

Se miro aunque por fuera se veía normal por dentro quería tumbarse en el piso llorar y pedir suplicar a Nicholas que la perdonara.

Parpadeo repetidas para alejar las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

–Perdóname…–murmuro mirando su imagen en el espejo–Perdóname Nick.

Tomo dos de las pastillas del día después, se habían cuidado pero aun así quería estar segura.

Se coloco un pants de Nicholas junto con una camiseta suya para dormir seco su cabello con la toalla y salió.

El ya estaba nuevamente en la cama aunque la miraba fijamente con su mano señalo el lado derecho de la cama.

Miley se acurruco en su pecho y dejo que la caricia constante de Nicholas en su espalda la arrullara hasta quedarse dormida.

*  *  *  *  *

–¿Qué te pasa? –pregunto Nicholas tres días después.

–Porque lo dices…

No era necesario que le contestara ella no había querido volver a estar con Nicholas no había dejado que la tocara o que le hiciera el amor, se sentía sucia y una traidora lo había observado dormir durante las noches y había llorado largas horas en la ducha mientras estaba sola, había pedido perdón tantas veces.

No podía seguir así tenía que contárselo ya seria de Dios lo que pasara entre ellos.

–Te conozco Miley llevamos diez años casados conozco tus gestos–murmuro acariciando su rostro–Se que cuando te enojas o algo te perturba frunces el ceño –murmuro y sonrió cuando Miley frunció el ceño–Y sobre todo se cuando estas triste, te conozco desde hace doce años te acuerdas tu tenias veinticinco y apenas estabas empezando a ejercer tu carrera me curaste aquella herida en el brazo y después yo ya no hallaba forma de invitarte a salir sin que me dieras negativas para ti lo primero era tu trabajo pero mírame fui insistente y aquí frente a mí tengo a la mujer que quiero.

–¿Yo son la mujer que quieres?

–Eres la mujer que amo.

–Siéntate–murmuro y sus ojos se cristalizaron.

–No quiero alejarme de ti, no estando en la forma que estas.

–Nicholas por favor siéntate y no hables hasta que yo haya terminado ¿me lo prometes?

–Te lo prometo.

¿Cómo debía comenzar? Cuáles eran las palabras correctas que lo harían sentir su dolor como comprendería ella si él la despreciaba después de esto, diría que la perdona pero ¿Lo haría realmente? O solo fingiría hacerlo.

Miley se sentó en la mesita que estaba frente a él lo mejor sería que no estuvieran sus hijos pero esperaba de corazón que las cosas no fueran a llegar a extremos de los cuales no hubiese regreso.

–Te acuerdas cuando nos casamos–murmuro y espero a que el asintiera.

–Lo recuerdo muy bien cariño.

–Yo prometí ante Dios serte fiel.

Miley observo con ansia el rostro de Nicholas buscaba alguna señal algo que pudiera ayudarla y mostrarle si iba o no por el camino correcto él solo parecía confundido.

–Yo–murmuro bajando la cabeza, no quería que la viera a los ojos quería que viera la sinceridad en ellos. –Nicholas yo me case contigo porque te amo, te amo a ti a mis hijos a la familia que hemos creado juntos.

Hizo una pausa pensando sus siguientes palabras estaba tan asustada que no era capaz de llorar siquiera solo temblaba.

–Yo de mi parte sentí que te alejabas de mí que te estabas cansando de esto…

–Jamás me cansaría Miley.

–Déjame terminar quiero que escuches todo.

El asintió.

–Yo pensé eso todas las noches siempre dormía con esa duda quizás lo monótono de la relación la rutina te estaba cansando y te refugiabas de a lleno en el trabajo.

–Eso lo hice por un mejor futuro para nosotros, Miley con la familia que tengo mis hijos y tú me hacen sentir lleno completo y feliz.

–Nicholas…–sentía las palabras atorarse en su garganta este era el momento aquí ella misma haría estallar la bomba. –Yo no quiero que sufras, pero esto es lo correcto y te lo digo desde ahora no me importa lo que decidas porque no voy a permitir que te alejes de mí.

–¿Que esta pasando?

Dilo…dilo…dilo.

¡Dios por favor, por favor no permitas que me odie, por favor permíteme una segunda oportunidad!

–Te fui infiel…

Lo miro a los ojos y vio como la mirada de Nicholas cambiaba, ambos se miraron y
Miley sintió que sus rodillas temblaban.

–Dime algo, lo que sea grítame, pégame pero por favor no te quedes callado–dijo histérica.

–Que quieres que te diga, muy bien Miley tú y tus malditas dudas que significo todo eso lo de antes era una almohadita para que no me doliera tanto el golpe–grito–Te acostaras con alguien más cada vez que dudes de mi amor por ti.

Su piel se erizo ante sus palabras.

–Te lo estoy diciendo pude haberme callado y no habértelo dicho nunca–dijo rápidamente–Por favor Nicholas trata de entenderme.

–No, no te entiendo no entiendo ni una mie/rda porque mi esposa me hizo esto en que te falle acaso no fui lo suficientemente bueno para ti que tuviste que buscar a otro–grito.

Se quedo sin palabras ni siquiera ella sabia porque lo había hecho no tenía nada más que decir nada pasaba por su mente que no fuera que lo estaba perdiendo.

–Dime algo–grito y la tomo por los brazos apretándola con fuerza.

–No sé qué decirte, no sé que más decir es que todo lo que diga ahora te hará enojar y está bien te comprendo…

–No te portes como una maldita psicóloga conmigo me oíste, no me trates como a un loco–grito y la soltó empujándola–Te comportaste como una verdadera pu/ta–grito.

La mano de Miley se impacto en su rostro incluso antes de que ella misma pudiera pensarlo dos veces, tanto Nicholas como ella se miraron sorprendidos.

–Nicholas –intesto tocarlo pero este empujo su mano lejos de él.

–No me toques–dijo de pronto serio.

–Mami…

–Destiny vete a tu cuarto–le murmuro a la pequeña de ocho años.

–Mamá que tienes.

–Destiny vete a tu cuarto–repito ahora Nicholas  la niña los miro primero a uno y después al otro y después se retiro.

Miley vio como Nicholas se dirigía a la puerta.

–¿A dónde vas? –pregunto asustada.

El no contesto y cuando Miley salía el ya iba bajando por las escaleras.

–Nicholas –dijo alcanzándolo en la sala y tomándolo por su brazo.

–No te quiero ver me enferma verte ¿no lo entiendes?

–No, no lo entiendo te estas comportando de la forma incorrecta Nicholas lo mejor es que hablemos ahora.

–En este momento no me puedo controlar Miley así que apártate.

–Ya te dije que no, es mejor que hablemos ya no quiero que me ocultes tus sentimientos quiero que me digas todo no importa si eso me lastima quiero todo.

–Te podría lastimar más allá de lo verbal.

–No me importa –murmuro y siguió parada contra la puerta.

–Quítate –grito y estampo su puño en la pared a un lado de su cabeza.

Miley tubo ganas de huir nunca lo había visto agresivo.

–No Nicholas –su voz fallo mientras pasaba saliva.

–Dame su nombre…

–No, no quiero que lo sepas para que lo verías siempre con la duda si me vas a perdonas será por mi misma no por quien sea él.

–Dame su nombre–repitió.

Ella negó con la cabeza.

Nicholas la empujo con fuerza a un lado retirándola de la puerta y salió por ella, Miley se quedo observando con angustia la puerta después escucho el rechinido del auto salir a toda prisa por la calle.

Subió rápidamente y se metió a su habitación dejándose caer por la puerta hasta que abrazo sus rodillas lloro…

Ya eran casi las tres de mañana y el no llegaba…

–¿Dónde estás Nicholas? –murmuro en la oscuridad de la habitación, había estado despierta desde que se había marchado y durante todo ese tiempo los había estado nerviosa ¿y si le había pasado algo? Pensó en marcarle nuevamente pero sería inútil él había apagado su teléfono y solo la enviaba al buzón.

Sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas y ella las limpio rápidamente ¡que est/úpida!

El teléfono empezó a sonar y Miley corrió a contestarlo..

–Nicholas –dijo nada más descolgar el teléfono.

–Hablo con la señora Miley –dijo la voz de un hombre.

–Sí ella habla –su cuerpo entero se tenso al pensar en todas las cosas que le pudieron haber pasado a Nicholas.

–Hola señora habla Luca usted no me conoce trabajo en un bar a las afueras de la ciudad–Miley escucho al hombre y anoto la dirección que le dio una vez que colgó no puedo evitar sonreír… Nicholas, él solo se había emborrachado.


–Hola –Miley se giro y observo a un joven de no más de veinticuatro años–Es usted Miley.

–Si soy yo. –contesto.

–Soy Luca yo le hable por teléfono, yo conozco a su esposo me ha ayudado en algunos problemas legales, cuando lo vi quise llevarlo a su casa pero el solo balbuceo algunas palabras y me aparto, pensé que lo mejor sería llamar a algún familiar.

–Gracias de verdad muchas gracias.

Miley entro al bar que estaba técnicamente solo de no ser por algunas tres o cuatro personas más, trago al ver a Nicholas al final de la barra con la mirada perdida ella nunca lo había visto borracho más que la ves que se le pidió matrimonio se le habían pasado las copas y había dicho todo y un poco más de lo que sentía ella ese día había descubierto que no se había equivocado al aceptarlo.

Pero ahora como reaccionaria ahora…

Se acerco a él con el corazón en la garganta.

–Nicholas…

El se giro y la miro con aquellos ojos chocolates que tanto le encantaban…

–Miley–murmuro y la continúo viendo.

–Vámonos de aquí –espero y suplico mentalmente que él no se negara.

El asintió repetidas veces y ella respiro profundamente al verlo asentir.

–¿Dónde tienes las llaves?

–¿No trajiste tu coche?

–No, preferí llamar un taxi.

–Aquí –dijo él señalando su saco que Miley llevaba, ella busco mientras Nicholas recargaba su peso contra el cuerpo de ella.

Miley sujeto con más fuerza su cuerpo mientras lo llevaba a la puerta de copiloto sujeto el brazo que Nicholas pasaba por sus hombros y lo ayudo a entrar en la camioneta.

Apenas habían salido del estacionamiento del bar eh iban por carretera cuando sintió la mano de Nicholas en su pierna, él la había estado mirando desde que ella se había sentado en el asiento de alado.

–Nicholas–dijo Miley cuando su mano subió por su cadera…

–Calla–murmuro.

–Voy manejando –respondió y alejo su mano.

–No–grito él.

Miley paro la camioneta rápidamente al escucharlo llorar se coloco a un lado de la carretera y lo miro.

Su corazón se rompió al verlo en ese estado jamás lo había visto así y saber que ella era la culpable la hacía querer morir…

–Tú eres lo más importante en mi vida–murmuro Nicholas –No eh querido no eh deseado a nadie más que a ti–balbuceo.

–Porque me hiciste esto…–pregunto y la miro a los ojos las venas de su garganta y una en la frente se marcaban por el esfuerzo que estaba haciendo.

Ella se acobardo y se reusó a mirarlo a los ojos.

–Mírame –dijo con voz ronca–Quieres dejarme ¿no es así?

Ella lo miro a los ojos ante su conclusión.

–No–contesto–No quiero.

El miro hacia la carretera desierta con un vacio en sus ojos ¿Qué es lo que pasaba entonces?

–Entonces…

–Estaba borracha, ya te lo dije no fue porque no te quisiera.

–Estabas borracha.

–Me sentí la persona más miserable del mundo cuando me desperté y me di cuenta que no eras tú–su boca parecía no querer cerrarse y continuo hablando–Yo no era cien por ciento consciente de lo que hacía y se lo dije a…–cayo.

Nicholas la miro alzando las cejas al ver que no terminaba de decir el nombre.

–¿A quién? –murmuro y la miro sus ojos y mejillas estaban húmedos por las lagrimas que había dejado caer.

–Liam–murmuro después de unos momentos de duda.

Nicholas pensó en el tipo tratando de recordarlo y cuando lo hizo no le gusto nada lo que recordó.

–Tu compañero de piso en el hospital.

Ella asistió.

El era un año mayor que Nicholas tenía unos treinta y ocho años a los mucho y por lo que sabía era un libertino ¿Qué le había visto Miley?

–Fue mejor.

Miley abrió los ojos con sorpresa.

–¿Qué?

–El Miley él fue mejor que yo te gusta o porque estuviste con él.

–Te lo dije estaba borracha.

–Fue mejor…

–Yo no los compare todo el maldito tiempo pensé que eras tú–dijo y lagrimas saltaron de sus ojos.

–Si estuvieras en mi lugar qué harías Miley, si hubiera sido yo el que hubiese fallado y te dijese que yo pensaba que eras tú dímelo.

–No se –dijo –Lloraría me sentiría enojada, furiosa contigo y la mataría a ella a golpes.

Él solo hecho de pensar que Nicholas besara a otra mujer que tocara a otra mujer la ponía enferma.

–Yo pensé algo parecido al principio pero después me entro miedo, pensé que me querrías dejar que ya no era lo suficiente para ti se me pasaron tantas cosas por la mente–sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas–Yo no quiero que me dejes. –murmuro y se dejo caer hasta colocar su cabeza entre las piernas de Miley, el alcohol lo había afectado más de lo que ella esperaba estaba segura que Nicholas nunca se hubiese mostrado así.

Parecía un niño pequeño en sus piernas mientras lloraba con sentimiento.
Miley se agacho y beso su frente, sus mejillas y cuando sus labios tocaron los de Nicholas este tomo su rostro con fuerza y la beso con avidez.

Nicholas se levanto si despejar sus labios de Miley, le quito el cinturón de seguridad y la paso con cierta dificultad al asiento de atrás colocándose encima de ella.

Sus respiraciones chocaban al tiempo que ambos profundizaban el beso.

Ella gimió cuando la mano de Nicholas acaricio su vientre, ambos se desnudaron con rapidez mientras Nicholas soltaba una carcajada al darse un golpe contra el techo de la camioneta.

Él gimo al sentir el cuerpo desnudo de Miley bajo él las curvas de su cuerpo se amoldaban a las del suyo.

Beso sus pestañas con los dedos delineo sus cejas y acaricio sus mejillas, beso la punta de su nariz paso sobre sus labios evitándolos para besar su barbilla y mordisquearla después cuando la sintió sonreír beso sus labios.

–Te amo–dijo Miley y un segundo después Nicholas entro dentro de ella.

–Yo también te amo mi cielo–susurro en su oído.

Miley levanto las caderas saliendo al encuentro con Nicholas, beso el hombro de Nicholas y con sus manos acaricio desde la nuca de Nicholas bajándolas por su espalda hasta tomar entre sus manos su trasero y empujarlo más dentro de ella, él gimió al sentir su tacto, ella sonrió al escucharlo.

Las ventanas estaban empañadas por sus respiraciones Nicholas la abrazaba fuertemente mientras su cabeza reposaba en el hombro de Miley, mordió su cuello y paso la punta de su lengua sobre el lugar que había mordido.

–Así que me amas ¿huh?

Miley se mordió el labio y sonrió sus cuerpos estaban cubiertos por una pequeña capa de sudor y estaban en un coche o mejor dicho en la parte trasera de un coche donde acababan de hacer el amor pensó…

–Mucho te amo mucho–respondió y beso la frente de Nicholas–Quiero saber si algún día podrás perdonarme–pregunto poniéndose seria.

Nick suspiro y su aliento calentó la piel del cuello de Miley.

–Miley no podría dejarte ir de ninguna manera posible, tenemos una familia que mantener dos hijos preciosos que creamos juntos–murmuro.

–Yo no quiero que estés conmigo solo si lo haces por la familia…

El volvió a besarla dejando a Miley completamente mareada.

–Jamás estaría contigo por otra cosa que no fuera porque te amo–dijo y levanto la cabeza hasta mirarla a los ojos–Tengo la extraña necesidad de protegerte de cuidarte, de abrazarte cada vez que te veo y si no fuera porque no podemos te haría el amor todo el tiempo…

Miley rio estirando las manos hasta colocarlas en el cuello de Nicholas.

Ambos se besaron con la lujuria de dos amantes… Nicholas era el único amante que ella deseaba tener…

Repitieron su acto de amor hasta quedar satisfechos, Miley beso la frente de Nicholas y momentos después cayó en un profundo sueño…

Eran las cinco de la mañana cuando escucharon unas sirenas Nicholas levanto la cabeza del hombro de Miley y observo como ella también abría los ojos con sorpresa…

–Nos pillaron–dijo Nicholas.

Miley rio…

Fin.

4 comentarios:

  1. Primero pense que era Miam y pues quiero Niley, hahha lo se soy bipolar, gracias por el One Shot me encanto

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  2. OSEA MIAM Y NILEY ME QUEDO CON NILEY AWW ME ENCANTO EL ONE SHOT

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